El día de hoy vamos a hablar acerca de la ecpatía. Se trata de un concepto nuevo que, una vez puesto en práctica, nos ayudará a mejorar nuestra estabilidad emocional.

La ecpatía es el proceso mental voluntario que nos permite regular los sentimientos y emociones que surgen de una determinada situación que vive una persona. Ayudará a evitar que los nervios, ansiedades y preocupaciones de los demás nos afecten. La ecpatía es lo opuesto a la empatía. Esta herramienta nos ayudará a desarrollar técnicas que nos permitan escuchar de manera efectiva sin sentir un agotamiento emocional.

Contraria a la empatía, la cual busca entender a los demás poniéndonos en la posición de los otros, las técnicas que se basan en ecpatía procuran ayudarnos a regular nuestro nivel empático. Con la ecpatía buscamos protegernos de la fatiga emocional que se produce cuando nos concentramos en escuchar las emociones de los demás sin tomar en cuenta las nuestras. Es decir, evitar que los problemas y tristezas de los demás nos agobien y se apoderen de nosotros.

Actuar de manera ecpática no significa que seamos indiferentes o que estemos ignorando lo que está sucediendo a las demás personas, por el contrario, es una acción mental positiva que hará que tengamos relaciones más sanas, ya que evitaremos la manipulación, el maltrato psicológico y el agotamiento emocional innecesario.  La ecpatía complementa a la empatía, no la excluye.

En otras palabras, contar con ecpatía no nos hace personas carentes de empatía. Uno puede ser una persona sumamente empática, pero al mismo tiempo puede darse cuenta hasta dónde es afectado o influenciado por las emociones de los demás.

Las ventajas que podrías tener al practicar la ecpatía son:

  • Podrás pensar en los demás sin perderte a ti mismo de vista.
  • Podrás establecer límites sanos a tus relaciones.
  • No permitirás que las emociones de los demás te manipulen.
  • Te ayudará a tomar decisiones más conscientes y a no dejarte llevar por las emociones.

La ecpatía, como puedes ver, es como un freno que evita que las emociones nos controlen, regulando de manera voluntaria a la empatía y ayudándonos a comprender hasta dónde involucrarnos. 

Si quieres saber cómo poner en práctica todo esto y desarrollar tu capacidad de ecpatía, deberás empezar a tomar conciencia, en primer lugar, de lo que le ocurre a otra persona a nivel emocional, luego, evaluarás cuál es tu estado de ánimo y cómo los sentimientos de la otra persona repercuten en ti.

Se trata de que hagas un trabajo de autoconciencia en el que necesitas estar completamente presente. Una vez que entiendas cómo te afectan las emociones de los demás, sabrás cuándo es necesario poner límites. Sé que puede parecer complejo e intimidante, pero te animo a trabajar en esta nueva herramienta que te ayudará a crecer personalmente. 💜

Te envío un gran abrazo

Luz María