Alguna vez te has puesto a pensar en tus recuerdos de la infancia, en aquellos momentos donde todo te causaba curiosidad, donde no tenías miedo de intentar nuevas cosas y esa pequeña flama de curiosidad te llevaba a lugares a los que no te atreverías a ir ahora.

Cuando somos pequeños creemos que podemos hacer todo, no tenemos miedo al que dirán, no hay nada que nos limite. Sin embargo, a medida que crecemos, el miedo a fallar tiende a limitarnos. Nuestras creencias y pensamientos tienen gran efecto en nuestras acciones y nuestras vidas, por lo que en este mensaje te comparto cómo podemos detener las creencias limitantes.

Una creencia limitante es un estado mental, una generalización que asumimos como verdadera y que nos limita de alguna manera. Estas creencias podrían ser sobre nosotros, sobre nuestras interacciones con otras personas o con el mundo. Las creencias limitantes comienzan con un pensamiento negativo el cual repetimos una y otra vez hasta que lo aceptamos completamente y empezamos a creer que es verdad. Por ejemplo:

Soy terrible con los números, Nunca podré ser dueño de mi propio negocio, No soy bueno en las relaciones, Nadie me ama, La vida es muy difícil, No creo ser capaz de terminar ese doctorado, etc.

Las creencias limitantes pueden tener varios efectos negativos en nosotros. Pueden evitar que tomemos buenas decisiones, que aprovechemos nuevas oportunidades o alcancemos nuestro máximo potencial. En última instancia, las creencias limitantes pueden mantenernos atrapados en un estado mental negativo y obstaculizarnos de vivir la vida que realmente deseamos.

Sin embargo, nosotros mismos contamos con el poder de cambiar nuestro pensamiento y dejar que estas creencias nos sigan limitando.  En general, la clave para superar las creencias limitantes es la reflexión, la autoconciencia y el replanteamiento. No solo debes identificar tus creencias limitantes y asumir la responsabilidad de cada una de ellas, sino que también debes dejarlas ir y reformularlas a través de un pensamiento positivo para poder seguir adelante con tu vida.

A continuación, te mostraré un proceso paso a paso sobre cómo hacerlo. Sin embargo, es importante que tengas en cuenta que para superar las creencias limitantes difícilmente se tiene una metodología definida y única, sino que se trata de un proceso desafiante que debe adaptarse según cada caso. Para algunas personas, este proceso funcionará bien; para otros, las alternativas como el coaching, el mentoring, la terapia, la meditación u otras formas de superación personal pueden funcionar mejor. Al final, ¡solo tú sabes lo que funciona mejor para ti!

1. Concéntrate en cambiar una cosa a la vez. Debido a que podemos tener creencias limitantes en varios aspectos de nuestra vida, lo más recomendable es ir trabajando por áreas, en vez de tratar de abarcar todo al mismo tiempo. Por ejemplo, piensa en tu carrera y en las ideas que tienes que podrían estar impidiendo que logres tus objetivos. Otros temas pueden ser tu vida amorosa, amistades, relaciones familiares, finanzas, salud, pasatiempos o pensamientos generales sobre la vida y el mundo.

2. Haz una lista de las creencias limitantes que te están afectando sobre un área de tu vida. Una vez que elijas el área de tu vida en la que te quieres enfocar, anota todas las creencias limitantes que tengas. Si no sabes cómo identificarlas, trata de hacerte las siguientes preguntas: ¿Qué es lo que me ha detenido en esta área de mi vida?, ¿Qué he utilizado como excusa en el pasado? ¿Qué patrones he notado que tiendo a caer? Es importante tomarse el tiempo para evaluar tu comportamiento pasado, especialmente cuando hayas actuado de manera negativa y que aprendas a definir cómo es que este comportamiento se ha originado.

3. Reflexiona porque has decidido adoptar estas creencias limitantes. Generalmente, nos aferramos a creencias limitantes para protegernos de la lucha y el fracaso. Esto es porque las creencias limitantes nos hacen sentir especiales o que merecemos una atención especial. Las creencias sólo se mantienen si nos sirven de alguna manera, por lo que es importante que averigües porque has decidido mantener estas creencias negativas y pregúntate si realmente vale la pena mantenerlas.

4. Cuestiona tus creencias limitantes, reformúlalas y prueba con distintas alternativas. Una vez que hayas reflexionado sobre el contexto y hayas razonado que hay detrás de estas creencias limitantes, es importante reformular estas creencias con pensamientos positivos. Recuerda que las creencias limitantes son solo pensamientos que nos hemos impuesto a nosotros mismos.

Ante todo, es importante que te rodees con afirmaciones positivas que traten de celebrar tus éxitos y fortalezas, y que te recuerden a ti mismo lo capaz que eres. Porque al final de todo, puedes hacer cualquier cosa que te propongas.

¡No te rindas!

Luz María
Coach Profesional